Desde hace unos días, en las redes sociales se ha alzado la voz en contra de la violencia que es observada en un video donde un estudiante agrede a otra estudiante en un autobús en Costa Rica. En este video, se observan risas tanto de quien ejerce violencia como de la víctima y los espectadores, lo que pone de manifiesto una preocupante normalización de conductas violentas y humillantes. Sin la difusión en redes sociales, estas agresiones probablemente habrían pasado desapercibidas y quizás estarían continuando bajo el silencio de sus espectadores

El video ilustra una dinámica común en el acoso escolar, donde existe una persona que agrede, una que es agredida y numerosos observadores que no intervienen directamente en la agresión pero que “sin querer” apoyan la violencia grabando y riéndose o manteniendo el silencio. Analicemos algunos aspectos importantes:

La Risa como mecanismo de defensa

A veces asociamos la risa como “pasarla bien”, “vacilar”, sin embargo, en algunos casos la risa no siempre significa aprobación. A menudo, la persona agredida puede reírse como una forma de indefensión, intentando lidiar con la situación de manera menos dolorosa, por lo que, ante una situación de violencia, no debemos minimizarla solo por la risa de quien agrede y es agredido.

Normalización de la violencia

Es común escuchar que “son cosas de chiquillos”, minimizando así la gravedad de las acciones violentas. La violencia y la humillación no son propias de la infancia y no deben ser aceptadas como tales. Crecer en un entorno donde estas conductas se normalizan puede llevar a la falsa creencia de que no son graves y que no requieren intervención y en consecuencia agravar las consecuencias y la misma violencia, ya que esta en particular si no es detenida continua.

La actuación de los espectadores

Tenemos unos actores importantes en esta dinámica. Aquellos que observan desde afuera, no agreden directamente pero graban un video y se ríen. Los testigos que no intervienen pueden estar motivados por el miedo a convertirse en las próximas víctimas o a perder su pertenencia al grupo. Este miedo puede paralizarlos y contribuir a perpetuar la violencia. No obstante, también puede haber una normalización de la violencia, en tanto que no se ve como un problema real, sino como algo “divertido”.  Tenemos que tener presente, que este grupo que suele ser la mayoría sostiene también la violencia.

Vamos ahora a entrar un poco más en este tema, hablemos de ¡Violencia escolar!

¿Qué es la Violencia Escolar?

La violencia escolar incluye todos los tipos de violencia que ocurren dentro del contexto educativo, desde el acoso entre pares (bullying), hasta la violencia entre profesores y alumnos. El acoso escolar, es una forma específica de violencia escolar, que se caracteriza por:

  • Conducta intencional de producir daño.
  • Sistematicidad y repetición en el tiempo.
  • Desigualdad de poder entre el agresor y la víctima.

En el video, observamos dos de estas características; queda investigar si estos actos han sido repetidos en el tiempo.

Definición de Violencia según la OMS

La OMS define la violencia como “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte o daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. (WHI, 2022, en Almonte y Montt, 2021, Psicopatología infantil y de la adolescencia)

Ahora bien, la violencia escolar, se presenta como una manera (pero mala e inadecuada) forma de “resolver” conflictos interpersonales y además en los últimos años incluye también la violencia virtual, por lo que el acoso escolar no termina cuando salen del colegio, sino que les persigue y trasciende estos límites.

En el caso del video, vemos que, aunque no se está dando dentro del colegio, se da en un espacio en el que vemos a los estudiantes, uniformados

¿Qué podemos hacer?

Es crucial que, al exponerse estas dinámicas en redes sociales, se rompa el silencio y se evite normalizar la violencia, incluso cuando “hay risas”. Debemos continuar creando conciencia sobre la existencia y las consecuencias de estos problemas y trabajar juntos para denunciarlos.

Desde que se publicó este video se ha visto un repudio por parte de la mayoría lo que ha llevado a que ocurran dos cosas

  • Se hable y se rompa el silencio
  • No se normalice la violencia, aun cuando “hay risas”

Pero ¿y en casa?

Debemos enseñar a nuestros niños que:

  • El dolor ajeno no es motivo de risa.
  • La violencia siempre es un problema y debe ser denunciada.
  • No hacer nada nos convierte en cómplices.

Fomentar la empatía y los factores protectores

Es vital desarrollar empatía en nuestros niños y fomentar factores protectores como relaciones familiares cálidas, resolución de conflictos de manera no violenta, y una autoestima saludable.

Como familias debemos asumir que existe un problema y enfrentarlo, no negarlo, ya que esto permitirá realmente ayudar a nuestros niños, niñas y adolescentes. Tengamos presente que muchas veces esta dinámica en la escuela, forma parte de dinámicas de interacción que existen dentro del núcleo familiar, lo cual implicaría tomar consciencia desde casa de aspectos importantes para trabajar

La escuela como un lugar seguro.

Es fundamental que las escuelas y colegios sean percibidos como lugares seguros, donde los estudiantes puedan aprender y crecer sin temor a ser víctimas de violencia.  Tengamos siempre presente que solo cuando nos sentimos seguros sea en casa o en el colegio, vamos a poder aprender y concentrarnos de manera adecuada en el aprendizaje.

Resulta importante que desde los centros educativos se continúen implementando políticas y protocolos claros para prevenir y abordar cualquier forma de violencia, asegurando que tanto el personal como los estudiantes estén capacitados para identificar y actuar ante situaciones de acoso. Recordemos que el MEP tiene protocolos respectivos tanto para violencia como acoso escolar.

 Involucrémonos en conjunto familia, escuela y comunidad en la creación de un ambiente seguro, reforzando valores de respeto y empatía tanto en el hogar como en el colegio.  Solo a través de un esfuerzo conjunto podemos garantizar que nuestras escuelas sean verdaderos refugios de aprendizaje y bienestar para todos los niños y adolescentes.

En conclusión

Este video, que muestra una de las muchas situaciones de violencia que enfrentan nuestros jóvenes, debe ser un llamado a la acción para todos nosotros.

Hagamos que ningún acto de violencia quede impune y trabajemos juntos para proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes. Todos debemos ser activos en la lucha contra la violencia en todas sus formas

¡Qué la risa no nos confunda! Violencia es violencia.

Melissa Rosales  – Psicólogo, especialista en Psicología Clínica – Psicólogo infantil – Máster en Terapia Breve Estratégica – psicochamos@gmail.com

Otros artículos que podrían interesarte

Protocolos del mep

Claves para tener hijos, estudiantes mentalmente sanos

Video tomado de https://ncrnoticias.com/sucesos/video-san-carlos-asi-fue-como-gerald-escupio-humillo-y-agredio-a-colegiala-en-un-bus/

Almonte, C., y Montt, E. (2021). Psicopatología infantil y de la adolescencia. Editorial Mediterraneo

Comentarios