Monotonía, la nueva canción de shakira de la que hablaremos el día de hoy
El inicio de una relación, está acompañada de una visión idealizada del otro. En esta fase, creemos que la persona que hemos elegido (o la que nos eligió) es “perfecta”. A la luz de la novedad y muy lejano de la monotonía, sólo tenemos ojos, para identificar esas características que hacen de él o ella “el mejor de los partidos”.
Si bien esta condición es necesaria para que se inicie la relación (porque si pudiéramos conocer a los demás completamente de una vez, quizá saldríamos corriendo y jamás nos vincularíamos) es lo que conocemos como enamoramiento o amor a primera vista, siendo sólo la etapa inicial de la relación.
La idealización, debe pasar, para dar espacio a la interacción diaria, que nos permita perder esa “visión selectiva” y entender que esa persona, “es un humano”; es decir tiene un conjunto de aspectos positivos, pero también, tiene dificultades, conflictos, diferencias significativas con nosotros, puntos débiles, etc.
Vernos como un todo integrado
Es en este momento, en el que podemos ver al otro como un “todo integrado” y vivir un amor maduro, en el que decidimos apostar por alguien más, con su “luz y oscuridad” para compartir la vida, independientemente del tiempo que dure la relación.
Muchas personas consideran, que lo realmente difícil es “encontrar a la persona indicada” y que luego se pueden relajar cuando la historia de amor se concretó, porque logramos formalizarla (por ejemplo: “nos dio el sí” a una propuesta de matrimonio o aceptó el inicio de la de convivencia) , entrando quizás en juego la famosa monotonía
¿Por qué lo dudaríamos? si con el matrimonio de ensueño, terminan muchos de los cuentos de hadas, que crecimos escuchando: “Y fueron felices para siempre”
¿Y la monotonía? ¿La nueva canción de Shakira qué tiene que ver en todo esto? Analicemos algunas de sus frases
“No fue culpa tuya, ni tampoco mía, fue culpa de la monotonía…”
La realidad, es que la pareja es una empresa, un vínculo que requiere mucho trabajo en equipo de las dos partes involucradas (paciencia, imaginación, capacidad de innovación, tiempo, atención) para florecer y tener una vida saludable y evitar esa famosa palabra (Monotonía) a la que Shakira le echa la culpa. Sería iluso pensar, que los sentimientos por el otro, se mantendrán intactos con el pasar del tiempo.
La verdad, es que cada pareja constituye una dinámica particular, va enfrentándose con diferentes obstáculos que depende de cómo sean manejados, llevarán la relación a mantenerse a flote o por el contrario, definirán su fracaso. La pasión que genera el cuerpo del otro y la conexión sexual, siempre será importante, pero no es el único elemento.
“Nunca dije nada, pero me dolía, yo sabía que esto pasaría…”
La capacidad de comunicarse efectivamente, será una de las principales herramientas del éxito, permitiendo superar tormentas mientras que, si esta se rompe o no se trabaja lo suficiente en mantenerla hasta la relación más hermosa, tendrá los días contados.
Hablar, le da a cada miembro de la pareja la posibilidad de expresar sus sentimientos, dudas, aclarar malas interpretaciones y resolver cualquier conflicto que aparezca en el camino. Esta comunicación debe ser asertiva, respetuosa y honesta. Cuando una pareja deja de “poder hablar” es posible que estemos presenciando “el principio del fin” (Y darnos cuenta que no es solo culpa de la Monotonía).
“Tú en lo tuyo, yo haciendo lo mismo, siempre buscando protagonismo, te olvidaste de lo que un día fuimos…”
Quienes constituyen una unión romántica, son seres distintos (con su propia historia, metas, sueños, necesidades) por lo que la pareja debe contemplar espacios en los que el desarrollo individual esté permitido y sea apoyado. En la medida en la que cada uno se siente realizado en sus propias áreas, tendrá mucha mayor salud y disposición emocional. Sin embargo, el “Nosotros” jamás debe ser dejado de lado y llevarse a la par “del yo”, por lo que es fundamental trabajar activamente en el desarrollo del vínculo, de lo contrario, esos sentimientos inicialmente intensos, irán apagándose progresivamente.
“Tú distante con tu actitud y eso me llenaba de inquietud, tú no dabas ni la mitad, pero sí sé que di más que tú. Estaba corriendo por alguien que por mí ni estaba caminando”
La reciprocidad en los sentimientos, en los cuidados y en las acciones que se hacen por el otro y en pro de la pareja, también es necesaria. Cuando alguien siente que sus esfuerzos no son similares a los de su compañero, el deseo de hacer cambios y esforzarse puede ir disminuyendo, haciendo que ambos lleguen a un círculo doloroso, en el que se espera que “sea el otro quien de el primer paso” para cambiar el estancamiento en el que ha caído la relación y su progresivo debilitamiento (y no solo la monotonía).
“Es mejor que esto se acabe ya, no me repitas otra vez, que esa ya la vi, que yo te quiero, pero es que yo me quiero más a mí…”
Evaluar cuando no formamos parte real del mundo de compañero romántico; cuando sus ocupaciones, hobbies, metas y sueños, no están en consonancia con los personales, puede ser un proceso muy doloroso. En principio, solemos negar, acomodarnos a “sus prioridades”, pero hasta el mayor de los amores, se va modificando como resultado de la soledad y la falta de presencia emocional. Si el amor propio, la felicidad y el bienestar personal, compiten con el mantenimiento de un vínculo de pareja, quizá ese no sea el camino.
Una unión que nos enfrenta con “estar de lado, o invisibilizados” no es saludable, quizá sea el momento de “priorizarse”
“Es un adiós necesario, lo que un día fue increíble se volvió rutinario…”
Las rupturas amorosas, constituyen una de las experiencias más dolorosas que los seres humanos, debemos experimentar a lo largo de nuestra vida y lastimosamente, más de una vez. Es un dolor emocional tan intenso, que nos atraviesa, desorganizando los diferentes aspectos que anteriormente nos motivaban y haciendo que nos enfrentemos al difícil proceso del duelo.
Nos sentimos “SIN CORAZÓN”, vacíos, con un hueco profundo (Como en el video de Shakira) que es imposible llenar al menos por un tiempo, mientras transitamos el final del vínculo y elaboramos la pérdida de la persona a quien amamos.
Enfrentar la ruptura
Cada quien, dependiendo de sus características personales, enfrentará este proceso de una manera distinta, tendrá mayores o menores dificultades, pero si está claro que nuestra cotidianidad se verá afectada en mayor o menor medida.
Es posible que nuestras reacciones emocionales sean intensas y variadas, que nos cueste mucho más hacer las actividades que anteriormente no representaban mayor esfuerzo y también que sea más difícil rendir en el ámbito laboral, académico, o en aquellos espacios que requieren que hagamos uso de más recursos tanto emocionales como intelectuales. Puede pasar también, no tener mucho ánimo para relacionarnos en oportunidades, dando prioridad a la necesidad de estar “con nosotros mismos”. La forma en la que se comporta nuestro cuerpo normalmente, también puede modificarse, haciendo que cambien nuestros patrones de sueño o apetito.
Una ruptura nos enfrenta a una restructuración general o parcial de la propia vida, con todo el esfuerzo psicológico que eso requiere. En oportunidades representa también una mudanza del lugar en el que vivíamos, separaciones de bienes, “repartirse los amigos”, cambiar los cosas a las que ya estábamos acostumbrados. Las personas pueden experimentar sensación de temor al coincidir en distintos espacios con el otro miembro de la pareja, por no saber cómo resultará tal encuentro, en cuanto a la expresión de sus propios sentimientos o los conflictos que puedan generarse como resultado.
Y vivimos un duelo…
Si bien, cada experiencia de duelo asociada a la ruptura de pareja es diferente, respetar los propios sentimientos, bajar la autoexigencia, apoyarse en las personas que queremos, para poder hablar de cómo nos sentimos y recibir ayuda en momentos difíciles, puede ayudar a vivir este momento de una mejor manera. Si sientes que la situación se está saliendo de control, siempre puedes buscar ayuda especializada. En Psicochamos Center, estamos para acompañarte en este difícil momento.
Guardar el corazón en una caja fuerte
Aunque finalizar una relación puede parecer “que nos deja en el piso”, inconscientes, sin la posibilidad de seguir, o con la sensación de “arrastrarnos” usando nuestras últimas fuerzas (físicas y emocionales), ayuda saber, que es sólo una etapa de la vida, de la que la mayor parte de las personas se recupera, encontrándose luego con otros recursos para vivir y enfrentar las situaciones románticas.
Quizá mientras transitamos este duelo, sería bueno “guardar el corazón en una caja fuerte”, concentrándonos en sanar, en vivir nuestro dolor, en analizar lo ocurrido, fortalecernos, conocernos mejor y no en conectarnos con “otros candidatos”. Lo importante es entender, “que siempre se tiene la llave” y que cuando estemos listos, podremos volver a amar, ahora con otros aprendizajes y con fuerzas renovadas.
Y es así como «Monotonía» de Shakira… nos deja entrever todos estos aspectos relacionados con el amor, con la relación con los demás y aspectos a cuidar en ella
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Autora: Mónica Monzón – Psicóloga, especialista en Psicología Clínica de la Universidad Central de Venezuela. Parte del equipo de Psicochamos Center
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