Querido sistema educativo, te escribo con mucha preocupación.

Sé que no estabas preparado para el proceso que de la noche a la mañana te hizo cambiar la modalidad de presencial a distancia, y lo sé porque junto a mis hijos (y muchas otras familias en las mismas circunstancias), hemos sufrido los desatinos de la improvisación.

Producto de esta «espontaneidad» del sistema educativo en las acciones que buscan dar continuidad al proceso educativo, se arrasa con el derecho a un trato digno y adecuado para los niños en condiciones de vulnerabilidad:

  • Aquellos sin acceso a internet y otras plataformas de comunicación
  • Aquellos que carecen de los servicios más básicos como el alimento diario o la electricidad.
  • Aquellos cuyos padres, quienes deben trabajar para generar ingresos y que se encuentran agobiados por las responsabilidades, no tienen el tiempo que requiere la preparación del contenido de una clase para lograr un aprendizaje significativo..
  • Aquellos que sobrecargan de actividades académicas, aún sabiendo que por sus evaluaciones psicológicas y psicopedagógicas, necesitan de una adaptación de los contenidos (un Plan Psicoeducativo Individualizado), porque nuestro objetivo no es solo que permanezcan durante largas horas sentados frente a una computadora, o que realicen la totalidad de las actividades asignadas; nuestro objetivo es lograr el desarrollo de las capacidades cognitivas y de habilidades que les permitan a nuestros hijos desenvolverse en la sociedad.
  • Aquellos que llevan un tiempo siendo víctimas del maltrato de sus cuidadores y aquellos que lo han experimentado recientemente, porque sin ánimos de justificar los malos tratos hacia los niños, niñas y adolescentes, en condiciones de discapacidad o no, muchos padres y representantes se encuentran sometidos al agobio de no contar con el apoyo socioemocional, sin la orientación o formación en los procesos de enseñanza-aprendizaje, porque se dio por sentado que el reforzamiento que hacemos en casa diariamente con nuestros hijos después de su jornada escolar, para realizar las asignaciones en años escolares anteriores, nos dota de las aptitudes desarrolladas por los docentes en todos sus años de formación

Querido Sistema Educativo, acompaño también a los docentes cansados y frustrados por no contar con las condiciones laborales y salariales dignas de la labor que realizan, librando sus propias batallas. Quienes tampoco han recibido un acompañamiento en el uso de las diversas plataformas digitales, quienes hacen largas caminatas para llegar a los poblados rurales al menos dos veces por semana y hacen uso de sus propios recursos para no abandonar a los niños

Hoy me hago eco de las familias que lloran, de las familias que han sido abandonadas.

Y agradezco, expresando mi más sincero reconocimiento, a los miles de profesionales que a través de las diversas redes sociales se han sumado para intentar con sus múltiples actividades o estrategias, hacer más llevadera la situación. Pero esto no es suficiente, la realidad y recursos de cada familia es único y como tal debe ser abordado.

A la espera de una respuesta satisfactoria que fomente las bases y las condiciones para alcanzar una educación de calidad sostenible, me despido

Atentamente,

Damellys Rengifo

Para más información de psicochamos, puedes escribir a psicochamos@gmail.com

Lee otros artículos:

Clases a distancia en tiempos de cuarentena: Recomendaciones para padres

No se debe apresurar el retorno a la escuela: Te explicamos las razones

Comentarios