Una mamá que sigue mis cuentas en las redes sociales  me preguntó sobre qué hacer para manejar el inicio de clases, la experiencia en la escuela por primera vez en su pequeña y a razón de su pregunta, surge el motivo del presente artículo.

Francoise Doltó señala que el inicio de clases para un niño pequeño y para la familia es un gran acontecimiento y hago énfasis en que es para toda la familia, porque no es de extrañar que los padres algunas veces puedan hasta estar más preocupados por esta situación y le transmitan sus vivencias y angustias al pequeño que no sabe exactamente qué será.

Recuerdo un chiquitín que conocí, deseoso de asistir a la escuela, pedía cuadernos y en ellos dibujaba garabatos y los mostraba a sus padres orgulloso de lo que allí había plasmado. Decía “Ya soy grande” y así pasaron los días, sin embargo, justo el primer día de clases tenía temor y lo que menos pensaban sus padres es que con lágrimas se despidió de ellos… sus padres también con lágrimas esperaban la hora de salida para buscar a su pequeño, quien definitivamente “estaba creciendo” aunque para los ojos de sus padres, esto no pareciera aún.

La autora anteriormente mencionada indica que no hay que asombrarse cuando estas conductas ocurren y puntualiza estas recomendaciones

  • Buscar distraerlos en el momento previo a entrar a la escuela
  • Acompañarlos a la escuela e irlos a buscar, tratar de organizarse de tal forma que puedan solicitar el permiso en el trabajo para poder estar con el pequeño o pequeña tiempo antes o después de las clases. Pareciera se habla de tener mayor flexibilidad como familia y con las dinámicas propias de esta situación
  • Avisar con antelación las rutinas que tendrán ante el inicio de las clases. Por ejemplo si los buscará luego un transporte, si irán con el abuelo, etc.
  • Hacerles saber que estarán presentes aunque no los puedan ver, palabras como “Pensaré en ti”, según la psicoanalista pueden servir de transición.
  • La psicoanalista recomienda también que en algunos casos puedan darle alguna figurita, al estilo de un objeto transicional que puedan llevar en su bolso, ya que de esta manera ese objeto representará a sus padres y hará que se pueda sentir más seguro ante su ausencia.
  •  Y yo, Melissa le agregaría que así como los padres del pequeño del relato, como padres verifiquen sus propios pensamientos y angustias ante esta situación ¿Qué les mueve? ¿Qué les preocupa? ¿Con qué tiene que ver?

Estas son solo algunas generalidades que aprovecho para compartir contigo de una de mis psicoanalistas preferidas. Obviamente no son exhaustivas y no deben considerarse como fórmulas mágicas, sin embargo dejan entrever claramente la importancia de la comprensión de los sentimientos, pensamientos, vivencias que puede tener su hijo y el demostrar desde el adulto confianza y presencia. Próximamente en un proyecto que espero materializar pronto tendrás más herramientas desde la toma de conciencia y claves para la puesta en acción

Melissa Rosales – Psicóloga Infantil , especialista en Psicología Clínica

Ante cualquier duda o interés en consultas online o presenciales escribe a psicochamos@gmail.com

Comentarios