Para el presente artículo, queremos dejar muy claro que no es de nuestro interés hablar sobre la situación política de nuestro país (Venezuela), sino que hemos preparado cierta información dirigida a brindar detalles sobre las reacciones que pueden tener los niños ante los conflictos sociopolíticos y que pueden hacer los adultos responsables de su resguardo y educación  para disminuir sus efectos. Consideramos que pueden ser útiles para otros países que consideren afrontan una situación parecida.

Conductas más frecuentes

Ante una situación de violencia, conflictos socio-económicos, culturales y políticos, etc., los niños, pueden llegar a presentar con mayor frecuencia las siguientes conductas:

  • Conductas agresivas y problemas para el manejo de los límites y pautas de convivencia: Al ver como «normal» la violencia, los niños pueden llegar a pensar que deben recurrir a ella para resolver los conflictos que se les presentan.
  • Pérdidas de nuevas habilidades: Se observan manifestaciones conductuales que ya habían sido superadas
  • Rechazo y miedo hacia las personas que le rodean, en especial si son vistos como aquellos que piensan diferente a sus padres. Pueden llegar a sentir ansiedad ante su presencia.
  • Tristeza, duelo, ante situaciones vividas y pérdidas de amigos o familiares o rutinas familiares que ya no se realizan
  • Disminución del rendimiento escolar, ya que puede haber un cambio en las rutinas; así como también sobresaturación e incapacidad para manejar la información de lo que ocurre ante la inatención y apatía o desmotivación por parte de sus adultos significativos
  • Falta de concentración o intranquilidad en general
  • Enfermedades o expresiones psicosomáticas, que pueden ser el reflejo de sentimientos de dolor o tristeza y dificultad en el manejo de los mismos, tales como: insomnio, problemas estomacales, dolor de cabeza, fiebre , que tienden a presentarse con mayor frecuencia en niños muy pequeños
  • Exagerado apego a adultos o extrema dependencia, ya que al percibir su entorno como peligroso no querrán enfrentarlo y consideran que deben apoyarse de aquellos con los que se sienten seguros.

¿Qué podemos hacer?

Para responder a esta pregunta, proponemos las siguientes recomendaciones:

  • El trabajo debe empezar por nosotros, no podemos pedirle al niño que haga algo que nosotros no somos capaces de hacer.
  • Protege su integridad física: Evita llevar a los niños a manifestaciones o lugares donde pueda estar en peligro su vida.
  • Demuéstrales que están protegidos: Reconfórtalos de forma continua.
  • Promueve principios y valores: Esperanza, igualdad,  tolerancia, paz, respeto y optimismo a través del uso de cuentos, películas y canciones.
  • Promueve la expresión de sus sentimientos y pensamientos: Conversa con ellos y pregunta ¿qué piensan sobre lo que ocurre? , ¿Qué sienten? A partir de allí podrás hablar con ellos sobre lo que sucede
  • Brinda valor a sus opiniones y comentarios. ¡Escúchalos! Deja que te pregunten.
  • Ofréceles herramientas y la oportunidad para comprender las diversas situaciones / Ofrece explicaciones realistas conformes a la edad y al contexto.
  • Evita la sobreexposición de información, imposición de opiniones, etc.
  • Busca apoyo profesional. En caso que sea un tema difícil de manejar es importante que puedan reconocerlo y solicitar ayuda.
  • Evita se expongan a contenidos que exalten el miedo, rabia o reproduzcan la violencia.
  • Planifica las actividades académicas, revisa sus asignaciones
  • Realiza con frecuencia actividades recreativas
  • Restablece las rutinas habituales o establece rutinas y hábitos, la estructura brinda seguridad.
  • En tu espacio, en tu trabajo, comunidad, lleva a cabo programas de promoción de valores

 

¡Manos a la obra!

Melissa Rosales – Psicóloga Infantil / psicochamos@gmail.com

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